Lo primero que vamos a hacer es preguntarnos
¿Qué es leer? y en concreto que significa leer comprensivamente. Porque si no comprendemos no hay lectura. Leer es sencillamente ser capaces de
entender un texto escrito. La lectura supone, entre otras cosas, establecer un diálogo con el autor del texto, descubrir sus propósitos, hacerle preguntas y buscar las respuestas.
Cuándo aprendimos a leer ¿nos enseñó la escuela a establecer un diálogo con el autor?, ¿nos enseñó la escuela a descubrir sus propósitos? ¿Nos enseñó la escuela a hacerle preguntas…? En definitiva ¿por qué la escuela no nos enseño a leer comprensivamente? La razón es muy sencilla.
Durante mucho tiempo se pensaba que la comprensión era el resultado directo del descifrado. Así, cuando los alumnos eran capaces de descifrar, de leer mecánicamente la comprensión se iría produciendo paulatinamente conforme se siguiera leyendo, como si fuese un don vinculado a la lectura fluida y rápida. Quizás por eso se hacían tantos ejercicios de velocidad lectora. ¿Cuantas veces con reloj en mano se comprobaba cuantas palabras se era capaz de leer por minuto. Después de la lectura se hacían varias preguntas para ver si se había entendido el texto. Pero
la escuela no enseñaba a entender el texto.
Pero esto no resultó ser así. De ahí, que cuando un niño ya decodificaba o leía en voz alta con cierta fluidez se decía que ya sabía leer. Sin embargo, la escuela ha demostrado que muchos niños que, desde los primeros cursos ya decodificaban y leían muy bien mecánicamente, así se llamaba cuando se leía y no se entendía muy bien lo que se había leído, no terminaban leyendo comprensivamente. Por el contrario, si esto hubiera sido verdadero, todos los niños que leían con fluidez oralmente, habría terminado la escolaridad entiendo lo que leen. La conclusión es clara,
la comprensión no es el resultado directo de la decodificación, ni de la lectura en voz alta.
Entonces si la lectura no es el resultado directo de la decodificación, ni de la lectura en voz alta. ¿Entonces de que es? Hace aproximadamente un par de décadas se descubrió que
la lectura es un proceso interactivo entre el lector y el texto. Es decir, que el lector cuando lee establece el objetivo que pretende conseguir, aplica sus conocimientos previos sobre el tema, para interactuar con el texto y poder construir significado. Porque el lector, es decir tú y yo, cuando nos predisponemos a leer, un periódico o un anuncio o cualquier otra cosa tenemos un objetivo claro. Sabemos, para qué vamos a leer. Ese para qué es quizás una de las cosas más importantes del proceso lector. Dicho de otra manera, cuando el lector coge un texto para leer sabe que es lo que busca. Será para buscar información, aprender a hacer una comida, montar un juguete, saber como funciona algo, buscar información para preparar un trabajo, saber como ha ocurrido un suceso etc. Además, mientras se lee, el lector combina una serie de elementos: la información que le suministra el texto con los conocimientos previos que tiene sobre el tema del texto y sobre y sobre el mundo.
En conclusión La lectura supone algo más que dominar la decodificación y que la lectura en voz alta. Durante la lectura, el lector se convierte en sujeto activo que busca el significado del texto. Para lo que necesita interactuar con el texto. Es decir, establecer un diálogo con el autor del texto, descubrir sus propósitos, hacerle preguntas y buscar las respuestas…
Ginés Martínez Cerón Marzo, 2010
PREGUNTAS PARA PENSAR¿Qué es leer?
¿Para leer es suficiente dominar la decodificación o descifrado?
¿Qué significa qué la lectura es un proceso interactivo entre el lector y el texto
¿Qué significa que el lector es un sujeto activo durante el acto lector?
¿Cómo enseña la escuela a la que asiste tu hijo o hija la comprensión lectora?
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